viernes, 23 de mayo de 2008

CONFIANZA PELIGROSA

¡Maldito aquel que confía en el hombre, que pone su confianza en la fuerza humana, mientras su corazón se aparta de Jehová! Jeremías 17.5
¿Cómo hemos de entender esta dramática declaración a la luz de pasajes como el de 1 Corintios 13.7, donde el apóstol Pablo afirma que el amor «todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta»? ¿Será que el profeta Jeremías está condenando toda actitud de confianza en el prójimo? ¿Nos estará invitando a transitar por esta vida con una postura de permanente desconfianza hacia todo?
Si usted alguna vez ha estado en contacto con una persona que es, por naturaleza, desconfiada, seguramente me dirá que esto no puede ser lo que tenía en mente el profeta. ¡Y tiene razón! El desconfiado es aquella persona que piensa que los demás siempre quieren sacarle ventaja. Cuando se le presenta una oferta atractiva, inmediatamente comienza a buscar dónde está la trampa en el asunto. Mira el mundo y se dice a sí mismo: «si yo no velo por mis propios intereses, nadie lo va a hacer». Está convencido de que si deja esta postura de vigilancia permanente, los demás se aprovecharán de él y le harán daño. Es muy difícil llegar a entablar una relación íntima con él, porque la sospecha todo lo contamina. En resumen, es evidente que en tales personas no está operando la gracia de Dios sino el temor de los hombres.
¿A qué, pues, se refiere el profeta? El resto del versículo nos da claros indicios acerca del problema que denuncia. Habla de la persona que ha renunciado a depositar su confianza en Dios para depositarla en los hombres. La confianza a la cual el Señor invita a todos los hombres, consiste en permitir que «él sea nuestro Dios y nosotros seamos su pueblo». Es decir, que nosotros dejemos que él provea para nuestras necesidades, guíe nuestras decisiones y sea nuestro consuelo en tiempos de crisis. El hombre que ha escogido confiar en los hombres y hacer de la carne su fortaleza ha decidido transferir estas atribuciones a otros hombres: pretende que ellos provean para sus necesidades, le guíen en sus decisiones y lo consuelen en tiempos de crisis.
En realidad, estos comportamientos son parte de nuestras relaciones con otros. Muchas veces otros proveen para nosotros, nos orientan en tiempos de confusión y proveen consuelo en momentos de crisis. En esto está la bendición de poder disfrutar de relaciones profundas e íntimas con otros, y lo recibimos como un regalo. El problema radica en pretender que los demás siempre cumplan con estas funciones en nuestras vidas. Una vez que transferimos esta carga a otros, cada vez que nos fallen nos sentiremos traicionados, defraudados o desilusionados. La esencia del problema, no obstante, no es lo efímero de nuestras relaciones con los demás, sino que pretendamos recibir de los hombres lo que solamente Dios puede dar. Quien busca entre los seres humanos lo que el Señor se ha comprometido a darnos se abrirá a una vida de desilusiones constantes.
Para pensar:
Resista la tentación de buscar entre los hombres aquello que es solamente de Dios. Si los hombres le fallan, no se enoje con ellos. Pídale perdón al Señor por tener expectativas irreales para con sus pares y vuelva a transferir su lealtad al Único cuyo compromiso es seguro.
Un abrazo del Pastor Nelson.

viernes, 9 de mayo de 2008

Futbol y fe


Dicen que la fe mueve montañas, pero hasta el momento nadie aseguró que, con sólo invocarla, también haga ganar campeonatos. Sin embargo, no son pocos los que buscan comulgar sus creencias religiosas con la pasión por el fútbol. Pero aunque a nadie sorprenda que movimientos evangélicos como Atletas de Cristo o Locos por Jesús logren nuclear a muchos jugadores, son pocas las instituciones que trasladaron la prédica de sus convicciones eclesiásticas a un campo de juego. En ese reducido grupo se encuentran el Club Social y Deportivo Cristiano Hosanna, de Chile, y el Atlético M.E.D.E.A Club, de Córdoba, quienes fueron los primeros de su tipo en Latinoamérica y la Argentina, respectivamente. "Durante los 90 minutos, la hinchada entona cánticos cristianos. Nunca insultan al árbitro o a los rivales ni pierden la compostura sea cual sea el resultado", explica el presidente del Hosanna, el Pastor Ítalo Frígoli. Este equipo de la comuna de La Pintana, en la Región Metropolitana de Santiago, fue fundado en 1996 y tardó apenas dos temporadas en instalarse en la tercera división trasandina (para nosotros la Primera B Metropolitana), categoría en la que hoy se encuentra. El proyecto, que según Frígoli nació en Buenos Aires en el año '91 durante una reunión de pastores del Cono Sur, surgió años después de la creación del Hosanna como cónclave evangélico. Esto mismo ocurrió con el M.E.D.E.A -Ministerio Evangelístico Dios es Amor- que abrió sus puertas en 1984, pero que recién en 1998 ancló en la Asociación de Fútbol Cordobesa. Lo hizo de la mano del ex delantero de Talleres, Mario Bevilacqua, quien abandonó el "glamour" de los estadios de Primera División a los 32 años y se sumó a las filas del centro al que asistía desde que, a poco de debutar en la "T", le detectaron una lesión en la cadera que casi lo deja fuera de la actividad. "Antes de jugar nos encomendamos a Dios. Primero nos comprometemos a entregar todo dentro de la cancha como si jugáramos para Él. Pero si hacemos un gol en offside no vamos a ir a decirle al juez de línea que no estaba habilitado por más cristianos que seamos", aclara con la misma picardía con la que solía pasar a defensores en sus épocas de jugador. En el vestuario del conjunto chileno también dialogan con Dios antes de pisar el césped del Estadio Municipal de La Pintana. "En el camarín se reúnen todos en una rueda para orar y en la cancha al final del partido también lo hacen para agradecer la protección y el resultado, si es positivo", cuenta el Pastor Frígoli. "Sin embargo, intentamos orar con los rivales pero es casi imposible, cada partido significa mucho y los contrincantes y técnicos prefieren estar alejados de nosotros antes de los partidos". Pero de este lado de los Andes las cosas son diferentes, el argentino Bevilacqua dice que "a los rivales les ofrecemos hacer una ronda para rezar y siempre lo aceptan de muy buena manera". Respecto de si en la semana los jugadores deben mostrar la misma convicción con su fe que en un cruce sobre un lateral, el mentor del Hosanna comenta que "no todos los que vienen al club son evangélicos, aunque sí deben dar testimonio de que son consecuentes en lo que creen". Eso significa que "no pueden trasnochar ni ir en contra de la doctrina de su Iglesia". De todas formas, se apura en dejar en claro que "no pueden faltar a las charlas de quince minutos en las que se hace un estudio de la Biblia, antes de cada entrenamiento". Desde Córdoba aducen que "no se obliga a los jugadores a asistir a misa, aunque igual siempre se tira la semillita". Otra de las situaciones inevitables que se plantean con estas instituciones tiene que ver con la intolerancia propia de la sociedad en general y del fútbol en particular: "Como somos un club religioso vivimos recibiendo insultos de los rivales, de las hinchadas y hasta de los árbitros", se lamenta el chileno. Mientras que el ex goleador cordobés afirma que si bien nunca quieren reaccionar ante una situación de violencia, advierte a los rivales que aunque "pongan la otra mejilla", no son ningunos tontos. ¿Será posible ver un club de estas características en el fútbol de AFA? "Hace tres semanas vino un pastor de la Iglesia Rey de Reyes, de Buenos Aires, con la intención de replicar en Argentina lo que estamos haciendo acá, porque quieren empezar a competir en el torneo oficial desde la última división", adelantó el pastor Frígoli. Aunque, uno de los pastores de la congregación aseguró que por el momento no tienen la intención de llevar a adelante ese proyecto. Pero si algún día se concreta, otra versión –si se quiere más espiritual- del Mens sana in corpore sano dirá presente.

miércoles, 7 de mayo de 2008

DESDE MEMPHIS- TENNESSEE


Paz de Jesucristo abunde en sus corazones.

Les saludo desde Memphis, Tennessee, donde estamos compartiendo la Palabra de Dios en la hermosa iglesia del Pastor Daniel Frizzell y su esposa Omi.

Es una maravillosa alegria que despues de ver a Eduardo y Mariella en Kennesew ahora pueda ver a Esteban y Macarena (se ven algo cambiaditos pero el corazon sigue siendo el mismo de puro y cariñoso, ademas sus dos hijas son bellas y grandotas).

Son los Pastores de niños y ayudan al Pastor Daniel que es un lindo hombre de Dios, sin duda Dios tiene cosas especiales con ellos aqui en Memphis.

Les ruego sus oraciones por este servidor de Dios en estos dias de Gloria, que el Espiritu Santo se mueva con poder sanando, salvando y ungiendo con fuego y vida.

Les quiero mucho, pronto les vere Dios mediante.

Un abrazo del Pastor Nelson Matto.