miércoles, 13 de agosto de 2008

SUMISION BIDIRECCIONAL



Sumisión AGOSTO 13
Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efesios 5.21
La sumisión es un asunto de suma importancia para el discípulo de Cristo. No obstante, existe en la iglesia mucha ignorancia al respecto. Podemos también afirmar que en el nombre de la sumisión se han visto las más terribles manifestaciones de abuso de autoridad. Es bueno, por lo tanto, que meditemos un instante sobre este concepto.
El versículo de hoy nos anima a practicar la sumisión mutua. Es decir, se aleja de la idea que predomina en la mente de muchos líderes de que la sumisión es un camino en una sola dirección; es decir, es algo que practican los miembros de la iglesia hacia los que están en autoridad, mientras que ellos están libres de este compromiso. La exhortación de Pablo es bien clara: «someteos unos a otros». Para demostrar cómo se practica esta sumisión, Pablo escoge tres tipos de relaciones humanas donde existe la reciprocidad, y ejemplifica la clase de actitudes que debemos tener. Estas tres relaciones son el matrimonio, la familia y el trabajo. En cada una de ellas la sumisión toma diferentes matices pero es igualmente obligatoria para todas. De modo que, trasladando la figura a la iglesia, se puede afirmar que un pastor no puede insistir en que la sumisión solamente es responsabilidad de los miembros, sino que él mismo también debe practicar la sumisión hacia las personas que pastorea.
Es interesante notar, sin embargo, que los mayores abusos en cuanto a la sumisión existen en aquellos líderes que creen que no tienen que dar cuentas a nadie de su comportamiento. En ellos vemos una constante insistencia en «exigir» la sumisión de las personas de su congregación. Uno de los principios fundamentales de la sumisión, sin embargo, es que no es algo que se exige sino que se otorga. Es decir, no conseguimos que otros se sometan a nosotros mediante airadas denuncias acerca de su rebeldía, ni usando constantes recordatorios de que deben hacerlo porque la Biblia lo demanda. La sumisión se gana mediante un estilo de vida que invita a otros a someterse a nosotros. Si recorremos las páginas del evangelio no encontraremos una sola instancia donde Cristo les recordara a sus discípulos que debían someterse a él. Sin embargo, todos ellos entendieron que la sujeción era un elemento indispensable para una relación sana con él.
El apóstol nos deja un segundo principio en el versículo de hoy, y es que la sumisión debe ser en el temor de Dios. Frecuentemente no practicamos la sumisión porque no vemos en la otra persona las características que «merezcan» nuestra sumisión. Pablo aclara que, a la hora de practicar la sumisión, no debe inspirarnos la figura de la otra persona, sino que debemos hacerlo por temor a Dios. Lo que nos motiva es que entendemos que la sumisión es algo que agrada a nuestro Padre. De hecho, el Señor ha trabajado intensamente en la vida de todos sus grandes siervos para enseñarles la sumisión, pues sin la sumisión es imposible agradarle. Aun el Hijo de Dios practicó la sumisión absoluta a la voluntad del Padre.
Para pensar:
«La enseñanza bíblica sobre la sumisión no pretende establecer una jerarquía de relaciones, sino cultivar una actitud interna de honra hacia los demás». R. Foster.
Un gran abrazo del Pastor Nelson Matto.

jueves, 7 de agosto de 2008

LA CRISIS DEL JUSTO



La crisis del justo AGOSTO 7
Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí, hasta que, entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Salmo 73.16–17
El salmista estaba hundido en una crisis de fe que, seguramente, también ha tocado nuestras vidas en algún momento de nuestro peregrinaje. Quizás su depresión vino en momentos de una prueba intensa en su vida espiritual. Quizás se vio envuelto en alguna experiencia de sufrimiento y persecución, producto de su deseo de honrar a Dios. El hecho es que, fueran cuales fueran sus circunstancias personales, miró hacia la vida de los impíos y vio que era mucho más placentera y fácil que la de los justos. Los impíos no solamente son prósperos, sino que no hay congojas en su muerte. Su vigor es permanente y no tienen que esforzarse ni trabajar duro toda la vida, como lo hacen la mayoría de los mortales. Con una facilidad que tiene sabor a burla, «logran con creces los antojos del corazón» (Sal 73.7). Como si esto fuera poco, también se mueven por la vida con una arrogancia intolerable, haciendo alarde de su situación y despreciando a los que luchan día a día por subsistir.
¿Cómo no iba el salmista a entrar en crisis? Cuanto más meditaba este asunto, más indignación sentía. «¿Para qué tanto esfuerzo y tanta fidelidad, si estos otros logran una posición mucho más cómoda sin pasar por toda la angustia de los que intentan vivir vidas rectas y justas?» La medida de su propia inversión no justificaba los magros resultados obtenidos. Completamente frustrado, exclamó: «¡Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón y he lavado mis manos en inocencia!» (Sal 73.13).
Seguramente, en algún momento, hemos luchado con sentimientos similares. En muchas ocasiones pareciera que no estamos logrando nada con nuestra devoción. Pasamos por los mismos tormentos y dolores que los impíos; sufrimos las mismas flaquezas y cometemos los mismos errores. Nuestros esfuerzos por honrar al Señor parecen no hacer más que añadir complicaciones a nuestras vidas. Nuestra honestidad es condenada por los demás. Nuestra santidad es objeto de burlas. Nuestro compromiso con el servicio está envuelto por reproches e ingratitud. ¿Quién de nosotros no se ha sentido tentado, en algún momento, a «tirar la toalla»?
La respuesta a nuestras dudas no se encuentra en la observación ni en el análisis de la realidad que nos rodea. Al contrario, al igual que el salmista, cuánto más lo pensamos más injusta nos va a parecer la vida que nos ha tocado. El salmista nos muestra el camino a seguir: entró al santuario de Dios. Allí, en la presencia del Señor, entendió que su perspectiva estaba seriamente limitada por su condición de hombre. Dios lo llevó a otro plano, el plano de las cosas eternales. Nuestras vidas no están limitadas a nuestro fugaz paso por esta tierra. Fue en ese momento que el salmista pudo entender «el fin de ellos» y vio cuán cerca estaba de una decisión fatal. Por esta razón exclamó, con gratitud: «casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos» (Sal 73.2). El Señor lo hizo volver del abismo.
Para pensar:
El salmo nos deja un importante principio. Los dilemas, las dudas y las angustias de esta vida se resuelven en presencia del Altísimo. ¡No se demore en buscar, como primera opción, su rostro!
Un abrazo del Pastor Nelson Matto.

viernes, 1 de agosto de 2008

Bendito amor celestial



¡Bendito amor celestial! AGOSTO 1
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada? Romanos 8.35
Solía tener dificultades para entender este pasaje porque no cuadraba con la realidad de mi vida, ni tampoco con lo que veía en la vida de muchos otros que compartían la experiencia cristiana conmigo. «¿Cómo podía Pablo hablar de que nada nos puede separar del amor de Dios?» me preguntaba, «si a diario veo que hay infinidad de situaciones que compiten con nuestro amor por Cristo?» Cada una de ellas no solamente pugna con nuestro deseo de seguirlo a él sino que, en ocasiones, han conseguido alejarnos por completo de los caminos que el Señor ha trazado para nuestra vida.
El problema con esa interpretación es que yo estaba mirando este versículo con una óptica errada, centrado en nuestra devoción hacia Dios. Mi error revela qué tan profundamente arraigado está en nosotros el creer que somos los protagonistas de la vida espiritual. En el fondo creemos que es nuestra actividad la que mantiene vigorosa y viva nuestra relación con el Altísimo. Mis dificultades desaparecieron cuando pude entender que Pablo no está hablando aquí del amor, frágil y fluctuante, que nosotros tenemos por Dios, sino del amor que el Padre tiene por nosotros.
Es interesante notar que todos los términos que escoge Pablo como posibles provocadores de esta separación con el amor divino hacen referencia a experiencias relacionadas con el sufrimiento. Medite en ellas por un momento: Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada. Cada uno de esos elementos tienen que ver con situaciones donde experimentamos angustias personales con una intensidad difícil de sobrellevar.
¿Por qué escogió el apóstol estas experiencias en particular? La reacción casi universal de muchos cristianos en medio del sufrimiento (sea cual sea su origen) es creer que Dios los ha abandonado, que se ha olvidado de ellos. Observe, por ejemplo, la respuesta de Gedeón al ángel que lo visitó (Jue 6.13), la de los israelitas frente al Mar Rojo (Ex 14.11–12), o de David en el Salmo 42.9, que exclamó: «¿por qué te has olvidado de mí?». Es en tiempos de angustia que nos sentimos especialmente tentados a cuestionar la existencia del amor de Dios hacia nosotros.
El apóstol afirma que no hay cosa creada, ni experiencia vivida que pueda hacer cesar el amor de Dios por nosotros. Usted y yo podremos, quizás, «sentir» que él no está con nosotros en tiempos de angustia. ¿Pero quién de nosotros tiene sentimientos que nos dicen la verdad? Lo que declara aquí Pablo es una de las verdades centrales sobre la cual está fundada la vida espiritual. La persona que experimenta la vida victoriosa, en todas sus dimensiones, es aquella que no duda del amor de Dios, aun cuando se encuentre de cara a la muerte. Tiene una certeza inamovible de que el amor de Dios por nosotros -insistente, incansable, perseverante- es un hecho tan real como la existencia de los cielos y la tierra.
Para pensar:
«Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Ro 8.38–39).
Un abrazo del Pastor Nelson.

sábado, 19 de julio de 2008

Las Ilustraciones y el sermon



El valor de las ilustraciones para el sermón
Nelson Matto

Articulo de CONOZCA.ORG: El valor de las ilustraciones para el sermón, por Nelson Matto,

A través de ellas la casa recibe la cálida luz del sol y sus pasillos se llenan de la suave y refrescante brisa y, como si fuera poco, sirven para ver a través de las paredes: ¿qué son?
Correcto, las ventanas.
Pues bien, así como son las ventanas a la casa son las ilustraciones al sermón.
El mismísimo Señor Jesucristo las utilizaba para dar claridad, belleza y amenidad a sus enseñanzas. El Maestro tenía una marcada preferencia por las parábolas (famosas son las del Hijo Pródigo, el Buen Samaritano, las 10 vírgenes, la oveja y la moneda perdida y otras), aunque también supo utilizar magistral y oportunamente el símil (como cuando comparó el Reino de Dios con un tesoro escondido y un mercader que vendió todo lo que tenía, al encontrar la más gloriosa perla, para poder comprarla).
Y es bueno notar también que no obvió la alusión histórica recordando la torre que cayó sobre hombres que perdieron la vida tan trágicamente.
Precisamente, las ilustraciones son muchas: símiles, parábolas, alusiones históricas, anécdotas, alegorías, fábulas, metáforas, leyendas y otras.
¿Para qué pueden servir en un sermón? Muchos han dicho siempre que para ejemplificar una verdad abstracta o espiritual en términos de la vida diaria y comprensibles a la mente del oyente. Sin embargo, no parece sabio el ignorar que también son útiles para despertar o mantener el interés, aclarar un asunto de forma que no torture el cerebro del hombre “común”, informar, romper “el hielo”, empatizar, apelar a las emociones para asaltar la voluntad (especialmente en los sermones evangelísticos), demostrar la veracidad de una sentencia, facilitar la memorización y defender la verdad bíblica entre otros muchos propósitos loables.
Aún así, es preciso reconocer los peligros de un mal uso de las ilustraciones. ¿A qué nos referimos? A todas aquellas situaciones hipotéticas, pero reales, donde el sermón gira más alrededor de la ilustración que de la Palabra Sagrada de Dios. ¡La ventana no puede ser más grande que la casa!
El hombre de Dios, como su mensajero, comparte en esencia la Palabra del Todopoderoso y no un discurso o acto de “showman” aficionado. “La leche y la Biblia no deben aguarse jamás” dicen con razón las madres cristianas latinas experimentadas.
De la misma manera, cae en la categoría de abuso cuando la ilustración ofende al oyente o alimenta sentimientos o actitudes alejadas de la auténtica conducta cristiana. Es conocida la voz de expertos homiletas que también censuran la presencia de ilustraciones en la conclusión del sermón (aunque no se ha demostrado que se pueda generalizar esta regla).
Además la ilustración debe ser inédita a la mayoría de los oyentes, por supuesto.
Lo cierto e innegable es que las ilustraciones dan la impresión de que el mensaje fue lo debidamente extenso, e incluso a veces hasta corto, fácil de “digerir” por la mente del docto como del sencillo, provocador del comentario inmediato y prolongado de las diferentes aplicaciones de la verdad cristiana predicada.
Es maravilloso ver a los feligreses salir sonriendo del templo, comentando animadamente la ilustración y haciendo ellos mismos nuevas aplicaciones de la enseñanza predicada. El predicador que sepa usar debidamente las ilustraciones en un genuino sermón bíblico deberá preparar su agenda para asistir a muchos púlpitos que le extenderán invitaciones, a las cuales asistirá siempre y cuando que su auditorio permanente se lo permita, “pues de lo bueno siempre cuesta desprenderse”.
Conocida por muchos es la historia de cierto predicador que leyó un pasaje bíblico y predicó un brevísimo mensaje para sorpresa de todos. Al finalizar el sincero pastor confesó: “Ustedes se preguntarán porqué prediqué tan brevemente. Pues déjenme decirles que preparé mi buen bosquejo como siempre, pero mi nuevo perro se escapó y me comió todas las notas.” Minutos más tarde, un hermano de otra congregación cercana que visitaba esa iglesia, se le acercó al pastor para saludarle y delicadamente le dijo: “Pastor, ¿usted no le prestaría su perro unos días a nuestro predicador?” ¡Vaya pedido y qué indirecta!
¿Y qué decir de aquél joven predicador en el bosque? Recién graduado del Instituto Bíblico le comisionaron su primera iglesia entre los leñadores junto a un caudaloso río.
Allí fue recibido amigablemente y muy pronto los hermanos apreciaron su agradable estilo de predicar. Cierto día salió a caminar río arriba y vió un grupo de hermanos (pues todos los creyentes eran leñadores) que sacaban de las aguas los troncos pertenecientes al aserradero que estaba río abajo. Una vez fuera del agua les cortaban el lugar de la marca de la competencia y los metían a su propio aserradero. Indignado preparó un mensaje titulado “No codiciarás” y lo predicó el domingo siguiente. ¡Que lindo sermón! Decían todos y el joven pastor creyó haber cambiado tan deplorable conducta.
A los pocos días volvió a repetir la caminata y volvió a ver la misma escena de antes, “¡Es una vergüenza!”, pensó para sí. Con el corazón agitado preparó su próximo mensaje dominical “No robarás a tu prójimo”. ¡Maravillosa prédica! Así decían unánimemente los leñadores de tan singular redil.
El debutante ministro creyó haber “agarrado el toro por las astas exitosamente”, pero al orillear el río por tercera vez allí estaban los miembros de su iglesia con la conducta de Judas como siempre. “¡Ahora sí me van a oír!”, dijo con el corazón latiendo acelerado. Al domingo siguiente predicó el sermón “No robarás los troncos a tu vecino”. Esa misma noche lo corrieron de la Iglesia y del pueblo. ¡Al parecer había predicado demasiado claro!
Jesús dijo “Todo hombre docto en el Reino de los Cielos es como un hombre que de su baúl saca tesoros nuevos y viejos”. ¡A abrir las ventanas se ha dicho!
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- Sale nueva revista cristiana en Perú: Hermoso Amanecer.
Hermoso Amanecer - Lima, Perú - Publicación trimestral cristiana es auspiciada por las Asambleas de Dios del Perú (ADP), la denominación evangélica más grande del país. Y surge de la principal iglesia cristiana evangélica de la zona este de Lima (La Hermosa), cuyo pastor principal, Eliseo de la Cruz, es a su vez vicesuperintendente nacional de las ADP. La revista Hermoso Amanecer confía ofrecer una alternativa novedosa en el mercado cristiano. Con un contenido ágil y diverso, y a través de informes especiales, reportajes y artículos, tocará temas de actualidad que motiven y sacudan de la monotonía a sus lectores. El editor a cargo es el periodista y profesor universitario Carlos Terrones, especializado en medios escritos limeños. En esta primera edición trae el informe especial: ‘La bendición de los Grupos Familiares’, modelo de trabajo evangelístico en los hogares. Se analizan los casos de las iglesias La Hermosa (Ate, Lima, Perú) y Manantial de Vida Eterna (Bogotá, Colombia), una de las iglesias de mayor crecimiento en América Latina, cuya congregación asciende alrededor de 40, 000 miembros y dirigen 1,860 Grupos Familiares. Artículos: Desde México, Alberto Gloria, anfitrión del programa ‘Sabiduría para Ganar’ de Enlace TBN, presenta el artículo ‘Provisión eterna. La siembra, el diezmo y la ofrenda’; Nelson Matto, uruguayo de nacimiento, pero boliviano de corazón -y adoptado espiritualmente en Avance Cristiano- ha elaborado un tema delicado: ‘Santidad juvenil: ¿Fantasía o realidad?’; José Belaunde escudriña y nos lleva a entender los ‘Aspectos de la fe’; Eduardo Hinojosa nos hace reflexionar cuándo el Creador responde una oración, en ‘La respuesta viene desde lo alto’; Raúl Peña se encarga de ponernos la piel de gallina con ‘Zorros con piel de oveja’; Dorcas Vilcatoma hace que bajemos la mirada y nos fijemos en cómo evangelizar a los niños, en ‘Pequeños de tamaño, pero gigantes de corazón’; y Elías Mantilla nos motiva a sacar a flote el pescador de hombres que todos llevamos dentro, en ‘¿Echaste la red?’. ‘La Hermosa: 50 años con el calzado del Evangelio’, recorrido en el despegue de la principal iglesia de la zona este de Lima. La entrevista central la realizamos a Ari Joensuu, pastor finlandés encargado del proyecto Tucán (Todos unidos contra el alcohol y los narcóticos) en Bolivia y representante de Fida International para América Latina. A través de sus charlas de prevención en temas de violencia, educación y valores en la familia han llevado el Evangelio a más de 600, 000 jóvenes en instituciones educativas bolivianas. En las misiones, acercamos la obra que permanece por más de 5 años en Puebla, México y la más reciente visita a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Se puede revisar el contenido íntegro y descargar online la revista en el Weblog: Revistahermosoamanecer.blogspot.com Hermoso Amanecer forma parte del Ministerio de Comunicaciones de la Iglesia La Hermosa, ubicada en Ate, Lima, que este año cumple 50 años de trayectoria, y tiene la cobertura de las Asambleas de Dios del Perú. Este emprendimiento forma parte de varios proyectos como la compra de una señal radial y televisiva; la construcción de un gran complejo para 5,000 personas; dos institutos: uno tecnológico y otro bíblico (seminario); y a largo plazo la creación de una universidad evangélica. Las Asambleas de Dios del Perú tienen 87 años de presencia en el país, y la conforman alrededor de 4,000 iglesias y 5,000 pastores, además de una membresía que bordea el millón de personas. A nivel mundial, las Asambleas de Dios es la denominación cristiana pentecostal más numerosa, con aproximadamente 51 millones de miembros.

La variedad cultural de Bolivia


Estoy en Sucre, esperando las flota para salir rumbo a Santa Cruz.

Los de Aerosur se avivaron y me dejaron a pie (los perdono, jjaja), y aqui frente a la terminal de buses veo pasar gentes de todos los tamaños, colores de piel y rostros dispares. Ropas coloridas, campesinos, citadinos, que variedad!!

La Biblia dice: "porque de tal manera amo Dios al mundo", Cristo derramo su sangre por todos, no la sangre de sus pies por unos y la sangre de sus manos por otros, toda su sangre por todos los seres humanos, sin ninguna distincion, maravilloso!!

Aquellos que quieren dividir Bolivia, los racistas y regionaliostas que estan presentes en todos los departamentos, son unos ilusos pues Dios nos ha unido a todos en su sangre, en su corazon, en su muerte y en su resurreccion.

En Avance Cristiano reconocemos y defendemos esta verdad biblica tan impòrtante: todos los seres humanos somos iguales ante Dios, a nadie ama mas y a nadie ama menos.

Por eso Avance Cristiano dice que es "la Iglesia para Todos", puies el cielo es para todos y alla gentes de toda lengua, tribu, pueblo y nacion reconoceran y adoraran a Jesucristo como el Rey y Señor. Un abrazo del Pastor Nelson Matto.

jueves, 17 de julio de 2008

Desde las alturas de Potosi


Hola a todos, les saludo desde las alturas de Potosi, una de las ciudades mas altas de America y del Mundo. Son como 4000 metros sobre el nivel del mar.

Al venir serpentineando por la carretera veia como ascendiamos cada vez mas hacia el cielo y las casitas se hacian cada vez mas chiquitas, en cambio las nubes se volvian cada vez mas grandes.

Aqui fue donde un pensamiento poderoso asalto mi mente: las tristezas que se comparten se vuelven mas chiquitas, en cambio las alegrias que se comparten se acrecientan!! Si, son como esas nubes, cada vez mas cerca, cada vez mas grandes.

Estare predicando el evangelio aqui hasta el sabado, ruego sus oraciones. Andres y Miryam son los pastores de la Congregacion Central de las ASAMBLEAS DE DIOS en esta ciudad. Ella es uruguaya y el boliviano, que lindo verdad?

Un abrazo del Pastor Nelson Matto desde 4 kilometros de altura.

martes, 8 de julio de 2008

La esperanza del miserable.








La esperanza del miserable JULIO 8
¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro! Romanos 7.24–25
«Lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso hago… no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago» (Ro 7.15, 20).
¿Quién de nosotros no se ha sentido identificado con la descripción tan acertada que hace Pablo de la lucha que tenemos con el pecado? Leemos este pasaje y no podemos evitar exclamar: ¡ese soy yo! Este es el calvario diario de nuestra existencia. Nuestro espíritu anhela todo aquello que es bueno y puro; pero nuestro cuerpo está gobernado por una ley que, en ocasiones, parece indomable. A cada rato sentimos las insinuaciones seductoras del pecado, invitándonos a caminar por el camino que aborrecemos. ¡Miserable de nosotros!
La pregunta del apóstol, ¿quién nos librará de este cuerpo de muerte?, no es tanto una pregunta teológica como la frustrada exclamación de quien se siente agobiado por la constante lucha con la carne. Esta pregunta refleja su agonía personal.
Debemos prestar mucha atención a la respuesta, pues en ella encontramos la libertad que tanto anhelamos. La solución a nuestra lucha no es un programa sino una persona: Cristo Jesús. Esto contradice toda nuestra formación, pues somos parte de un pueblo que ha construido su existencia sobre «el hacer». Nuestra filosofía privilegia el movimiento y la acción decisiva, sobre la pasividad y la quietud. Cuando se nos presenta un desafío, nos informamos acerca de las formas más eficaces de hacerle frente y luego intentamos avanzar confiadamente hacia la conquista del problema. Creemos que la cuota indicada de esfuerzo y perseverancia harán que los obstáculos desaparezcan. En muchas esferas de la vida ocurre así. Mas el pecado no se resuelve con ningún programa, tampoco cede frente a los persistentes embates de la disciplina. El pecado es una realidad que no podemos vencer.
¿Quién nos puede librar? ¡Cristo Jesús, Señor nuestro! ¿Cómo lo hace? ¡No sabemos!, pero él es la solución para nuestra lucha. Una vez más viene a nuestra mente la imagen de Cristo agonizando en Getsemaní. Su lucha es la nuestra: el espíritu quería someterse a la voluntad del Padre, pero la carne se rebelaba contra este deseo. ¿Cómo solucionó su dilema? Buscó el rostro del Padre. No vemos ninguna manifestación física del Espíritu en esta escena. No somos testigos de ningún accionar dramático en la vida de Cristo. Solamente lo podemos observar derramando su dilema delante del Padre. Luego de volver por tercera vez, su lucha terminó. La paz se había instalado en su interior. La carne se había sujetado al Espíritu.
Quizás es lo misterioso del proceso lo que crea en nosotros una resistencia a aceptar una solución tan sencilla. Sin embargo, no podemos escapar de esta realidad. La exhortación de la Palabra es que le busquemos a él. No pongamos nuestra esperanza en un programa de cinco pasos fáciles, ni en un libro, ni tampoco en un curso. ¿Quién puede librarnos? ¡Gracias a Dios, por Jesucristo, Señor nuestro!
Para pensar:
¿Qué siente cuando hace lo que no quiere? ¿Qué pasos da para solucionarlo? ¿Cómo participa Cristo de esta solución?
Un abrazo del Pastor Nelson.

viernes, 4 de julio de 2008

DECISION Y CONSTANCIA


En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.
Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.
En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo. Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría. De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivio.
Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas. Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.
Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida. Finalmente, le dieron de alta. Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada. No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.
Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.
Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.
Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.
Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!
Moraleja:Haz lo que puedas y Dios hará lo que no puedas.
Un abrazo del Pastor Nelson.

sábado, 21 de junio de 2008

Super hombres?


Paz de Dios gente linda.

Les saludo desde Fontana, cerca de Los Angeles en California.

He llegado ayer a la casa de los Pastores Andres y Belckis Kuhn, una familia preciosa de corazon gigante y Pastores de la Iglesia Ciudad de Dios. Son buenos amigos.

En el devocional de hoy meditaba en la Palabra de Genesis 2:7 "Entonces Jehova Dios formo al hombre del polvo de la tierra, soplo en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente".

Resulta interesante recordar que ese hombre ya sabia hablar al momento de comenzar a existir, poseia enormes conocimientos como para incluso clasificar por nombre a todos los animales de la creacion perfecta. No se si han leido los nombre cientificos de algunos animales; suenan como "canis extremus" y cosas por el estilo, imaginense la sabiduria de Adan para ponerle nombre a todos ellos, impresionante.

Ademas de poseer un cerebro super inteligente tenia un organismo fisico sensacional, no enfermaba, no envejecia y no moria!! Mejor imposible.

Me atrevo a decir que era un "superhombre", en ingles "superman" genuino. Donde radicaba su secreto? Era amigo de Dios, obedecia a Dios, caminaba con Dios y hablaba con Dios.

Cuando desobedecio al Creador, cuando dejo de escucharle para oir la voz del diablo perdio todos esos privilegios. Enfermedad, muerte, tristeza y fracaso hicieron su triste entrada al mundo, el hombre ahora solo era un esclavo, un estropajo, un miserable. Polvo andante, condenado a morir, a agusanarse, a ser devorado por gusanos que salen de su propio cuerpo enfermizo y debil.

La sociedad de hoy llama "superman" a quien roba, a quien adultera, a quien mata, a quien se embriaga hasta vomitarse encima: que ha pasado?

Podemos a traves de Cristo recuperar nuestra comunion con Dios, Juan 14:6 lo dice, ese es el unico camino.

Cuando amamos, obedecemos y caminamos con Dios entonces si nos acercamos un poquito mas al verdadero superhombre, un fiel imitador de Cristo; el genuino superman.

Un abrazo del Pastor Nelson Matto.