David nos deja el secreto para poder superar este problema, y nos deja su ejemplo, cuando dice: En cuanto a mí, a Dios clamaré y Jehová me salvará".
Nosotros tenemos el derecho de contarle a nuestro Padre todas nuestras angustias y también tenemos el derecho de llevarle todas nuestras preocupaciones a Su Altar. A veces hacemos así, pero también muchas veces llevamos nuestros problemas a Su Altar y en vez de dejarlos allí, los agarramos de nuevo y nos los llevamos de vuelta a casa.
David nos enseña que Dios esta siempre dispuesto para ayudarnos. Solo espera que tengamos la capacidad de dejar en Su Presencia nuestras angustias en Su Altar y confiar que Él se hará cargo de todas nuestras circunstancias.
Recuerda dejemos nuestras preocupaciones en buenas manos: Las de Dios.
Un gran Abrazo y bendiciones
MARCOS
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